FORO EN DEFENSA DEL AGUA
Tlaltenco, enero 2011
Bienvenidas y bienvenidos. Este pueblo indígena de Tlaltenco les recibe con alegría. Decimos indígena porque la raíz primera que le dio la vida se gestó en estas tierras y aguas sagradas. Somos indígenas porque Nuestras creaciones, saberes, agricultura, comidas, artes, bailes, el mandar obedeciendo, el respeto a la Madre Tierra son la gran herencia viva de nuestras más antiguas abuelas y abuelos.
Sin embargo, este hermoso territorio, que nos ha dado de beber y de comer por siglos, hoy es atacado por los dueños del poder y del dinero, también llamados capitalistas. Quienes llegan de fuera, y quienes vivimos aquí, atestigüamos la destrucción de lo que eran milpas y canales, de la desertificación del área porque los arboles cortados ya se cuentan por centenas; los animales que sobrevivieron salieron corriendo despavoridos, otros no pudieron escapar a la marca asesina del falso progreso, precisamente es en la zona de la supuesta “modernidad”, el lugar donde se construye el metro y COMIENZA LA DESTRUCCIÓN DE ESTE PUEBLO. Una herida que si no sanamos cuanto antes puede llevarnos al exterminio total.
El desprecio y odio de los poderosos hacia las más humildes hijas e hijos de la tierra, las campesinas y campesinos de Tlaltenco; toda su indiferencia, la anulación impune de sus derechos, la persecución policíaca, y hasta el asesinato son una obra más de la ingeniería capitalista, esa ciencia tan inteligente que nos promete llegar al paraíso si para ello destruimos el paraíso. Pero, el desprecio, la ambición y la maldad no sólo viene de los grandes poderosos, también vive en quienes intentan sacar el mayor provecho de este cuadro de injusticia. Son los vendepueblos, los supuestos líderes que le ponen precio a la tierra, los mismos serviles de siempre que están del lado del del rico, del colonizador, a cambio de recibir migajas del botín robado al pueblo.
Pero no todo está acabado. Pensamos que todavía podemos y debemos hacer mucho para defender Tlaltenco. Estamos aquí porque nos preocupa que ahora la guerra del mal gobierno haya tomado la forma del robo del agua. Creemos que no podemos permitir que estando Tláhuac asentada sobre el manto acuífero que surte a la ciudad en más del 35% de agua, y cuya recarga se ve grandemente favorecida por la agricultura nativa, nos la nieguen. Sabemos que mientras nosotros tenemos sed y medio vivimos con poca agua, la empresa constructora del metro, ICA, gasta 400 mil litros de agua potable diariamente. La sobreexplotación que hace el gobierno del manto acuífero de Tláhuac, la desecación de canales, la contaminación por la urbanización de suelos de conservación, el hecho de que hay zonas de Tlaltenco que llevan más de diez años con tandeos, y los nuevos tandeos, así como las tarifas más altas por el líquido que no estamos recibiendo, nos hacen alertar a la población, llamarla, para que junt@s encontremos la solución a tan insoportable despojo.
SOLUCIÓN QUE PASA POR IMPEDIR TODO INTENTO DE VENDER LA TIERRA. QUIEN VENDE A LA MADRE TIERRA, Y SU SANGRE, EL AGUA, VENDE SU PASADO Y SUS RECUERDOS, Y ESO, ESO ES NO TENER DIGNIDAD... ES ESTAR MUERTO.
