Los pueblos INDÍGENAS de Tláhuac son siete: Santiago ZAPOTITLÁN, San Francisco TLALTENCO, San Pedro TLÁHUAC, San Andrés MÍXQUIC, San Juan IXTAYOPAN, Santa Catarina YECAHUITZÓTL y San Andrés TETELCO, cuya relación agroamorosa con la tierra, se mantiene y se preserva.
Ejido de Tlaltenco
Las formas de tenencia de la tierra son tres: la propiedad ejidal, la pequeña propiedad y los posesionarios.
La amenaza megaurbanizadora vigente
Los planes de “desarrollo urbano 2009 para Tláhuac” consisten en la imposición ilegal y violenta de la construcción de la línea 12 de metro, la amenaza latente y continua de la instalación del megabasurero metropolitano (mal llamado Centro Integral de Reciclaje y Energía, pohibido en Alemania), carreteras y avenidas, lagunas de aguas residuales, unidades habitacionales, centros comerciales: WALLMART, AURRERÁ y fábricas de softwer o automotrices(etc), LO QUE REPRESENTA UN GOLPE Y ATAQUE DEFINITIVO A LA EXISTENCIA DE TLÁHUAC COMO PUEBLOS ORIGINARIOS
Mapa del Programa de Desarrollo Urbano para Tláhuac 2009
La línea 12 del metro
El exterminio de nuestros pueblos, provocado por la línea 12 de METRO, ha empezado con extrema rapidez. Gran parte del pueblo de Zapotitlán y parte del ejido de Tlaltenco son invadidas con maquinaria pesada de mano de numerosa policía, con intención de expandirse hasta el área chinampera de San Pedro Tláhuac, el corazón de nuestras comunidades.
Zapotitlán antes y despues...
En el cielo de Zapotitlán acostumbraban verse toritos alegres y coloridos, pero en los últimos días solo se ve una monstruosa masa gris de concreto.
Megabasurero metropolitano
El segundo artefacto más peligroso es el megabasurero, porque el método que utiliza es el de la pirolisis o quema de basura con energía nuclear y radiactiva, cuyo desprendimiento de metales pesados a la atmósfera provoca cáncer en la población y malformaciones en los fetos.
El discurso gubernamental de “sustentabilidad" pone en riesgo severo de contaminación los mantos freáticos de Tláhuac, que abastecen en un 35% de agua a Ciudad de México.
HUMEDALES
La diversidad biológica que aún existe en el Cerro Tletlama de Tlaltenco, la flora y la fauna, también peligran al pretender instalar ahí mismo el megabasurero metropolitano.
Historia y cultura
Estos pueblos han resistido desde la conquista, pasando por el periodo colonial, así como en 1910 lucharon junto a Zapata, y han peleado asiduamente por mantener su identidad propia y su cultura campesina.
El legado arquitectónico colonial también está en peligro.
En el caso de Tlaltenco, en la parte baja del ejido llamada Terromotitla, también conocida como “la ciénaga de Tlaltenco” invadida ya, posee vestigios arqueológicos y antecedentes de la chinampa de más de 3000 años a.C. que deben ser preservados.
Antecedente del despojo
Con la reforma al artículo 27 constitucional, por parte de Carlos Salinas de Gortari, y la privatización de la tierra, se abre paso a la proliferación de asentamientos irregulares en Tláhuac.
Actual Abandono del campo
La erosión de la tierra, la desecación y la contaminación de los canales no es sino la muestra del abandono deplorable del campo por parte de las “autoridades”.
Cabe señalar sin embargo, que de las tierras de Tláhuac orgullosamente aún se obtiene frijol, maíz, calabaza, hortalizas y mucho más, gracias al esfuerzo independiente de l@s campesin@s de Tláhuac y la preservación de su identidad, la agricultura debe rescatarse ya que es indispensable para la salud de la sociedad.
El perverso y verdadero fin de la línea 12 del metro
El verdadero fin de la línea 12 del metro es destruir la ciudad y expandir una megalópolis, donde los pueblos de la periferia sean puentes de paso y ciudades dormitorio, cuya rutina proletaria sea: dormitorio-metro-fábrica, dormitorio-metro-fábrica…
Se pretende que la urbanización llegue a Chalco y más allá, Cocoyóc y la Sierra Nevada, en un futuro no muy lejano.
Al anunciar el gobierno capitalino de Ebrar (2006-2012) que las tierras de Tláhuac “son ociosas” efectuó de manera lamentables la última etapa del agrocidio nacional, al condenar los últimos reductos de vida y remansos de paz de la periferia de la ciudad de México a la megaurbanización atróz y brutal.
El Exterminio de Tláhuac
La autonomía territorial, política, cultural e identitaria de Tláhuac está en jaque. Las formas de vida saludables ligadas a la Tierra, los valores de respeto, cooperación y solidaridad de y entre los pueblos son amenazados.
La línea 12 sólo es la punta de lanza de un ataque mayor, que deja además el riesgo latente de una catástrofe urbana, debido a la excesiva explotación de los mantos freáticos y la destrucción de los pulmones de la ciudad. Debemos defender la agricultura, porque sin tierra no hay vida.
¡¡La tierra se cuida y se siembra!!
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