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lunes, 7 de noviembre de 2011

La Tierra de Milpa Alta tiene memoria*


La tierra de Milpa Alta tiene memoria, es el fundamento del pueblo, el eje en torno al cual se escribe su historia, la tierra como centro, corazón de las mujeres (y hombres) que la habitan, espacio de comunión, encuentro, trabajo y lucha.
Memorias de vida, San Pablo Oztotepec, 2006.

En Milpa Alta se encuentra una de las zonas ecológicas más grandes de la Ciudad de México, con 17 500 hectáreas de bosque de oyameles, pinos y encinos. Estos bosques poseen el 50% del suelo de conservación y captan el 30% del agua de la ciudad.
La población que habita en esta zona de la ciudad tiene un profundo arraigo a la tierra, un compromiso histórico por defenderla. Desde 1991, la reforestación y cuidado de los bosques es realizada por las brigadas comunales.
El Grupo Comunal San Pablo es un ejemplo para otros grupos de lo que significa organizarse, decidir y proteger el medio ambiente. Este grupo conformado por 66% personas, el 60% son mujeres, cuida 500 hectáreas.
La jornada laboral comienza a las 8am, los trabajos que realizan son el combate a incendios, apertura de brechas corta fuegos, limpieza de terrenos, terminan a las dos de la tarde y trabajan de lunes a sábado, en temporada de incendios suben todos los días hasta que se combata el fuego. A veces llevan sus hijos al bosque porque no tienen donde dejarlos y la mayoría de las mujeres trabajan además en la venta ambulante y en sus casas.
Las mujeres de Comunal San Pablo realizan las actividades mencionadas y arriesgan a diario su vida al internarse en el bosque, sin el equipo y herramienta más adecuada y segura. El frio, el fuego, el calor y la lluvia merman su salud, enfermando principalmente de las vías respiratorias. Las mujeres con mayor edad tienen 75 años y las más jóvenes 18.
El trabajo que realizan las mujeres es muy meticuloso y de ello depende la seguridad del grupo al combatir un incendio, y pese a la baja retribución económica que obtienen por dicha labor ellas lo realizan dada su importancia.
“El viento sopla, el fuego crece las llamas, nos encierran y es difícil respirar, las más jóvenes entran como punta de lanza a combatir un incendio, cuidándose las espaldas por las mujeres mayores, quienes van retirando las brasas. Es toda una estrategia y solo trabajando juntas combatimos un incendio de manera rápida...”
Para las mujeres del bosque es indispensable recibir de parte de toda la comunidad respeto y reconocimiento a la labor que realizan, muestra de su apego por la tierra. La esperanza de permanencia de nuestra tradición brilla en la expresión de estas mujeres, en el rostro y la piel de las herederas de este territorio de Milpa Alta, que se reproduce en cantos  y danzas que les preparan para la vida comunitaria, es decir, para “el arte de vivir con las otras”.
*RESUMEN DE LA PESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN GRÁFICA "MUJERES INDÍGENAS DE MILPALTA" MONTADA EN EL CECYT DE MILPA ALTA.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Alto a la uNO AL ARCO SUR!!!!!!!!!!!

¡Un poco de nosotras!